María Zambrano, una filósofa de la maternidad

El intento de este trabajo es mostrar que es posible referirse al pensamiento de María Zambrano como a una “filosofía de la maternidad”. Frente a toda una tradición filosófica que ha reconocido la muerte como el rasgo distintivo del ser humano, la filósofa no sólo desplaza su atención hacia la otra condición ontológica del ser humano –su ser “natal” y no, sólo, “mortal”– sino que también muestra cómo este cambio de paradigma permite sacar a la luz un pensamiento auténticamente generativo. Un ejercicio de coherencia con la realidad misma que permite al hombre volver a pensar desde la experiencia, a partir de las entrañas, término imprescindible del pensamiento de Zambrano que indica la realidad generativa y materna: se trata de una forma de inteligencia propia de la acción de la sensibilidad misma que actúa desde adentro y que indica, a la vez, fidelidad a la realidad y abertura hacia lo otro. Un pensamiento fecundo y femenino, el que se intentará esbozar aquí, cuya autenticidad hay que buscar en ese vínculo con la realidad que no excluye la trascendencia, y que nos permite reconocernos, ante todo, como criaturas.